En general
Una despensa o una alacena son buenos lugares de almacenamiento, siempre y cuando se mantengan a oscuras y estén bien ventilados. Los productos secos se deben almacenar con una humedad máxima del 70% y una temperatura entre 15 y 20 ° C. Para una buena organización, es útil agrupar los productos por tipos y colocarlos en diferentes compartimientos, por ejemplo, el arroz y la pasta irían en un compartimiento y las latas de comida en otro. Es importante proteger de la luz los alimentos almacenados en tarros de cristal. Asegúrese de almacenar los nuevos productos al fondo o en el estante inferior de manera que utilice primero los productos más viejos. Los paquetes abiertos se pueden almacenar herméticamente en bolsas Ultra-Zip® Albal®.
Fecha de caducidad
A excepción del azúcar, todos los productos secos tienen una fecha de caducidad o fecha de consumo preferentes, que se debe tener en cuenta. Se debe revisar la fecha de caducidad de los alimentos con cierta regularidad. Las bolsas de congelación Albal® y las bolsas Ultra-Zip® Albal® te facilitan la tarea, ya que tienen espacios reservados para poder escribir el contenido, la cantidad, fecha de almacenamiento o la caducidad. No se necesita un lápiz especial para hacerlo, con un bolígrafo normal es suficiente.
La fecha de caducidad del envase a veces no es suficiente para asegurar que la comida está en las mejores condiciones. Si la comida está contaminada con moho o insectos, se debe tirar inmediatamente. Después de desecharlo, se debe limpiar a fondo la balda o el cajón en el que se encontraba. Igualmente habrá que sospechar si el envase está hinchado o las tapas de los frascos no están completamente cerradas al vacío. En estas condiciones no se debe comer el contenido.
Información importante sobre algunos alimentos
¿Dónde se debe almacenar la nuez moscada o las hojas de laurel hasta volver a utilizarlos? Las especias enteras sin picar o en paquetes abiertos se pueden almacenar perfectamente en las bolsas con cierre Zipper® de Albal®: simplemente guárdalas individualmente en bolsas. Escribe su contenido en el área de etiquetado de la bolsa y para una mejor conservación, guardarlas en un estuche o caja.
Existen diferencias en cómo se deben conservar bizcochos y galletas: las galletas y especialmente las que llevan frutos secos se mantendrán crujientes y sabrosas cuando se envuelven en Papel aluminio de Albal®. En cambio los macarrones y otras galletas suaves mantienen su consistencia si se envuelven o cubren con Film transparente de Albal®.
Los alimentos que se utilizan diariamente, pero no se guardan en la nevera también necesitan conservación. Por ejemplo, el pan de molde o en rebanadas mantiene su frescura si se mete en las bolsas Zipper® de Albal®. Las cebollas y los ajos se deben almacenar en un lugar oscuro y seco. Si no disponemos de ese espacio, también podemos meterlos en una Bolsa de Verduras Albal® y almacenarlos en el cajón de las verduras de la nevera. Almacenar correctamente harina, cereales, etc. es muy importante. Estos productos necesitan un lugar fresco y seco. Nuestro consejo: rellene una bolsa de Albal® con sal gorda, hacer agujeros a la bolsa con una aguja fina y colocarla junto a estos alimentos. La sal absorbera la humedad del aire.