Con el paso del tiempo, la plancha se va ensuciando y puede llegar a adquirir una capa negra que puede acabar con algunas de tus prendas favoritas.
Para evitar esto, coloca una lámina de Papel de Aluminio Albal® sobre la tabla de planchar. A continuación, calienta ligeramente la plancha, vierte sobre la lámina de papel de aluminio un puñado pequeño de sal fina, mueve la plancha por encima como si estuvieras planchando realmente y… ¡Adiós suciedad!