Congelar berenjenas
Te recomendamos congelar las berenjenas en porciones para que puedas descongelarlas y utilizarlas según sea necesario. Además, para ahorrar espacio en el congelador, lo mejor es escaldar las verduras en rodajas antes de congelarlas. Nuestro consejo es:
- Lava, pela y corta las berenjenas en rodajas de unos 8 mm de grosor. ¡Importante!: debes escaldar las verduras inmediatamente, ya que, de lo contrario, se empezarán a oxidar y a poner negras.
- Pon a hervir de 2 a 3 litros de agua en una olla, dependiendo de la cantidad de berenjenas que tengas. Cuando el agua esté hirviendo, añade entre 200 y 300 ml de zumo de limón a la olla: esto evita que las rodajas de berenjena se oxiden más tarde. A continuación, escalda las berenjenas por tandas durante unos 2 minutos.
- Cuando estén listas, saca con cuidado las rodajas de la olla y escúrrelas en agua helada durante 5 minutos. Una vez escurridas, puedes meterlas en el congelador en las bolsas de congelación herméticas Ultra-Zip® de Albal®. De esta forma, se mantendrán bien conservadas en el congelador hasta 9 meses.